martes, 22 de abril de 2014

Hablemos serio sobre el Pepe Mujica




                                                   

Falta poco menos de un año para que la presidencia de José Mujica llegue a su fin y nuestro querido Pepe regrese a su chacra a cultivar flores. Quien lo suceda (ya sea del Frente Amplio, Blanco o Colorado) no va a contar con el estilo campechano y entrador que tiene el actual Primer Mandatario uruguayo. No vamos a ver más noticias en los diarios donde nos muestren a un presidente Charrúa  en sandalias, comprando la tapa de un inodoro o tomándose algo en Carmelo junto a su compañera y acompañado por su perra de tres patas. Por eso aprovechen este año que le queda como presidente porque, si bien continuará dando que hablar a través de los medios, no va a ser lo mismo que cuando ocupaba la Torre Ejecutiva.

En Argentina existe una Mujica-mania, la cual probablemente haya sido opacada en el ultimo año por la Francisco-mania pero que todavía es fuerte. Convengamos que estan dadas todas las condiciones para eso: para los que son conservadores el Pepe es parte de lo que podría llamarse la "izquierda inteligente" esa que respeta las reglas del mercado, tiene las cuentas ordenadas y no crea conflictos. Un ex guerrillero que "de joven quería cambiar al mundo y ahora la vereda de mi casa". Para los que son progres el Pepe es alguien que se para en la ONU y denuncia el consumo desenfrenado, alguien que en su presidencia firma leyes de avanzada en materia de derechos sociales como la despenalización del aborto y la venta regulada de la marihuana.

Ahora bien, hay algo que adoran tanto conservadores como progresistas sobre el Pepe, que es su austeridad. Vive en su rancho con las mínimas comodidades, anda en su fusca destartalado, no ostenta y encima dona parte de su sueldo para ayudar a los que menos tienen.

Hace un tiempo, Martín Caparrós señaló que en Argentina existía una idea llamada honestismo "según la cual -casi- todos los males de la Argentina contemporánea son producto de la corrupción en general"...Y, con eso, clausuran el debate sobre el poder, la riqueza, las clases sociales.

Tal vez sin quererlo, el Pepe vendría a ser un ejemplo más de ese honestismo que algunos ejercen en Argentina cuando resaltan la figura del extupamaro. Por eso vamos a ver tres casos donde, independiente de su honestidad que nadie cuestiona, el Pepe tomo decisiones que terminaron afectando la vida de las personas:

1) El Pepe y la Ley de Caducidad

Hace un tiempo, cuando escribimos un articulo sobre los referéndums, contabamos un poco sobre los plebiscitos (el ultimo en 2009) que ratificaron la vigencia de la Ley de Caducidad, un "equivalente" uruguayo a la Ley de Obediencia Debida.

Con la llegada del nuevo gobierno frentista en 2010, y en contra de los deseos del presidente, la coalición decidió avanzar con la anulación de la ley a través del parlamento. El proyecto fue aprobado en el senado y paso a diputados donde el oficialismo necesitaba de todos sus votos, una sola defección significaba que la ley no se anulaba. Tras varias horas de debate el proyecto fracaso cuando a la hora de votar un legislador del FA se retiro privandole del voto necesario para alcanzar la anulación.

Mujica nunca ha estado demasiado entusiasmado con la revisión del pasado reciente de su país. En una muestra de extraña solidaridad inter-generacional visito militares procesados por violaciones a los derechos humanos y llego a decir que no quiere tener a militares ancianos presos.

En la actualidad, salvo algunos casos resonantes, es muy poca la cantidad de personas condenadas por violaciones a los Derechos Humanos en Uruguay. El avance en las causas se debe principalmente a la presión internacional (particularmente la CIDH cuando condeno a Uruguay por el caso Gelman) y a la lucha de los organismos de DD.HH.

2) El Caso Pluna

900 empleados en la calle, un pasivo de 300 millones de dolares, empresarios detenidos y un exministro procesado es parte del saldo de lo que constituye el mayor escandalo del gobierno de Mujica.

Hasta cierto punto los casos de Pluna y Aerolíneas Argentinas se parecen. Empresa estatal fue entregada a Varig en los 90 y luego a un fondo de inversión (esto ya por el FA) cuando la brasileña quebro. La diferencia esta en como administro el gobierno de Mujica la crisis de su aerolínea de bandera, permitiendo la quiebra de esta y de esta forma quitarle conectividad al país (lo cual fue corregido más adelante) y dejar sin trabajo a cientos de personas.

En la actualidad la justicia investiga tanto el vaciamiento de la empresa por parte del fondo de inversión  como las maniobras realizadas por el entonces ministro de economia como del presidente del Banco Republica para favorecer en el remate de los aviones de Pluna a un testaferro de López Mena, el dueño de Buquebus.

Comentario: el día que Mujica uso sus sandalias fue para tomar juramento del nuevo Ministro de Economía, en reemplazo del que había sido procesado.

Para más información sobre el caso Pluna, recomiendo esta buena cronología y esta presentación.


3) Los Impuestos del Paco

"Nunca en toda mi carrera recibí más presiones que antes de que saliera Paco Casal. Nunca" Declaro Jorge Lanata cuando desde el diario Perfil le pidieron que diera su opinión sobre este empresario.

Casal es el dueño de Tenfield, empresa que detenta los derechos de TV del futbol uruguayo. En 2008, comenzo una demanda judicial para reclamarle a Casal el pago de decenas de millones de dólares por no pago de diversos impuestos. El empresario contraataco iniciando una demanda a la DGI uruguaya y contrató a casi todos los especialistas en derecho tributario del país. Tal es así que cuando desde el Ministerio de Economía de Uruguay fueron a buscar un abogado especialista en el tema, se encontraron que casi todos estaban en la nomina del Paco.

Mujica, temeroso de perder un juicio millonario y contra la opinión de su Vicepresidente y Ministro de Economía que sostenían que el juicio se ganaba, anulo el expediente de la demanda que pretendía cobrarle a Casal 10 millones de dolares por impuestos impagos.

El 1 de marzo de 2015, cuando Mujica deje la presidencia y desde Argentina (y otros países) se realice el balance de sus 5 años gestión, esperemos que se hable un poco más de sus acciones y omisiones de gobierno que de su personalidad.




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