Lacalle Pou, Bordaberry y Sendic. Tres apellidos con historia en el Uruguay |
Por varias razones, a los argentinos nos encanta Uruguay. Para aquellos provenientes de, como dice @soypuri, del ancho océano de la izquierda democrática en la otra orilla tenemos un ese país laico, con leyes de avanzada y gobernado por una coalición de izquierda. Para aquellos que vienen de tradiciones más de derecha o conservadoras el Uruguay ha sido el lugar donde refugiar la integridad física o financiera frente a las avanzadas "populistas", un país gobernado por una izquierda seria, que respeta las instituciones y atrae inversiones extranjeras. Vendría ser aquel edén que se perdió en 1945 con la llegada del peronismo y esta ahí a dos horas de Buquebús.
Sin entrar en detalle una de las cosas que más nos guste a los argentinos sobre el paisito sea su tranquilidad y me refiero a su tranquilidad en todos sus sentidos, como a un lugar donde nunca pasa nada, donde todo es más o menos previsible.
Esa tranquilidad que (supuestamente) se percibe en la sociedad, en la cultura, en la economía, también se percibe en la política. La cual vendría a ser de carácter consensual, sin rupturas, siempre en un marco de respeto y sin exabruptos.
El domingo 1 de junio se realizan elecciones internas en Uruguay, las cuales definirán los candidatos a Presidente. La pregunta que se hacen todos es quien ira como candidato a Presidente por el Partido Nacional en las elecciones de octubre, si Jorge Larrañaga o Luis Lacalle Pou, ya que en los otros dos partidos (el Frente Amplio y el Colorado) las compulsas están bastante definidas y se da por seguro que serán ganadas por Tabare Vazquez y Pedro Bordaberry respectivamente.
Ahora en estas internas el dato más relevante es el rol que cumplen tres hijos y esa es la historia que les quiero contar, o mejor dicho tres historias. La primera es la de un hijo cuyo padre fue electo presidente e introdujo el neoliberalismo en Uruguay. La segunda, la de un hijo cuyo padre fue electo Presidente en elecciones dudosas y luego dio un golpe de estado y cerro el Congreso. La tercera es una historia de un hijo cuyo padre quiso llegar al poder por vía de las armas y paso 12 años preso.
1) El de la Positiva
Nuestro primer hijo tiene un apellido ilustre, su bisabuelo fue Luis Alberto de Herrera, líder y figura del Partido Nacional, partido al que pertenece su bisnieto y donde participa en la única interna competitiva que se realizará en Uruguay.
Su padre, Luis Alberto Lacalle, fue Presidente del Uruguay durante 1990 - 1995 y su administración vendría a ser una versión (a la uruguaya) del neoliberalismo, caracterizado por privatizaciones (algunas) y un proyecto de reforma del estado mucho más amplio que fue derrotado en un referéndum. En este post hablamos un poco de esto.
Ahora Luis Lacalle Pou no hace campaña en la interna defendiendo las medidas que tomó su padre sino que va por la positiva, difundiendo sus propuestas y sin confrontar con su adversario en la interna. Su estrategia ha rendido frutos, ya que redujo la distancia que tenia de su adversario hasta el punto en el que los encuestadores hablan de empate técnico y no se animan a dar un ganador.
En lo que refiere a sus propuestas, el sector al que pertenece acompaño la propuesta del otro hijo (del que hablare a continuación) de bajar la edad bajar de edad de imputabilidad de 18 a 16 años. Al comienzo de su campaña también causaron revuelo sus declaraciones cuando dijo que suspendería las búsquedas de restos de detenidos desaparecidos, luego admitió que se había equivocado y sostuvo que las apoyaría aunque sostiene que "hay dar vuelta la pagina" para avanzar como sociedad.
2) El sin apellido
No voy a ponerme lacaniano, pero por alguna razón este candidato no usa su primer nombre sino que utiliza su segundo nombre y su apellido aparece en los afiches en un segundo plano, casi como si estuviera ocultando algo.
Su nombre completo es Juan Pedro Bordaberry, también porta un apellido con historia en la política del Uruguay. Es hijo de Juan María Bordaberry quien fuera elegido presidente en unas elecciones sospechadas de fraude y cerrara el congreso un 27 de junio de 1973 inaugurando de este modo 12 años de dictadura en Uruguay.
Pedro no habla de la carga que representa el ser hijo de alguien condenado por delitos de lesa humanidad. Cuando le preguntan sobre sus acciones durante la dictadura responde que tenia tenia 13 años cuando fue el golpe que era muy joven cuando aconteció. Cuando no le queda más remedio que opinar sobre la dictadura que inicio su padre intenta diluir las responsabilidades en el conjunto de la sociedad uruguaya, inclusive si para eso tiene que discrepar con gente de su propio partido.
Bordaberry es un político que mira para adelante no quiere seguir discutiendo responsabilidades y hechos de hace 50 o 40 años. Tan concentrado esta en el futuro que su principal propuesta, acompañada por otros partidos, es la de bajar de edad de imputabilidad de 18 a 16 años.
3) El hijo del Bebe
Nuestro ultimo hijo no tuvo un padre Presidente, de hecho paso parte de su infancia y adolescencia con su padre tras las rejas. Hablamos de Raúl Fernando Sendic, hijo del bebe Sendic uno de los fundadores del MLN - Tupamaros.
Sendic hijo es una de las apuestas de renovación generacional del Frente Amplio, una fuerza donde la avanzada edad de sus dirigentes es un problema, de cara al 2019. Sendic gano exposición publica a partir de su designación como presidente de ANCAP (la petrolera estatal) hasta que renuncio para dedicarse a la campaña.
En la actualidad se baraja el nombre de Sendic como posible candidato a vicepresidente en una formula encabezada por Tabare Vazquez.
Un país con élites
No deja de ser interesante que el relevo generacional de la dirigencia política del Uruguay se de entre aquellos cuyos padres ya tuvieron las máximas responsabilidades de conducir el país o de quien aspiro a conducirlo. Inclusive en los casos de Lacalle Pou y Bordaberry ellos ya pertenecen a familias que han dado más de un político de peso a su país.
Hace un tiempo @escriba publico en Infonews una nota de opinión sobre los festejos de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo en la que decía que "Quizás la mayor amargura de los sectores que se ubican a la derecha del Gobierno nacional, cumplido el Bicentenario de la Revolución de Mayo, sea no contar con una elite política confiable, previsible, mansa, segura". Uruguay tiene esa élite en los partidos tradicionales desde hace más de 150 años. Dentro de 5 años cuando compitan en la próxima elección presidencial Bordaberry, Lacalle Pou y Sendic la tendrá en todo el sistema político.
Esa tranquilidad que (supuestamente) se percibe en la sociedad, en la cultura, en la economía, también se percibe en la política. La cual vendría a ser de carácter consensual, sin rupturas, siempre en un marco de respeto y sin exabruptos.
El domingo 1 de junio se realizan elecciones internas en Uruguay, las cuales definirán los candidatos a Presidente. La pregunta que se hacen todos es quien ira como candidato a Presidente por el Partido Nacional en las elecciones de octubre, si Jorge Larrañaga o Luis Lacalle Pou, ya que en los otros dos partidos (el Frente Amplio y el Colorado) las compulsas están bastante definidas y se da por seguro que serán ganadas por Tabare Vazquez y Pedro Bordaberry respectivamente.
Ahora en estas internas el dato más relevante es el rol que cumplen tres hijos y esa es la historia que les quiero contar, o mejor dicho tres historias. La primera es la de un hijo cuyo padre fue electo presidente e introdujo el neoliberalismo en Uruguay. La segunda, la de un hijo cuyo padre fue electo Presidente en elecciones dudosas y luego dio un golpe de estado y cerro el Congreso. La tercera es una historia de un hijo cuyo padre quiso llegar al poder por vía de las armas y paso 12 años preso.
1) El de la Positiva
Nuestro primer hijo tiene un apellido ilustre, su bisabuelo fue Luis Alberto de Herrera, líder y figura del Partido Nacional, partido al que pertenece su bisnieto y donde participa en la única interna competitiva que se realizará en Uruguay.
Su padre, Luis Alberto Lacalle, fue Presidente del Uruguay durante 1990 - 1995 y su administración vendría a ser una versión (a la uruguaya) del neoliberalismo, caracterizado por privatizaciones (algunas) y un proyecto de reforma del estado mucho más amplio que fue derrotado en un referéndum. En este post hablamos un poco de esto.
Ahora Luis Lacalle Pou no hace campaña en la interna defendiendo las medidas que tomó su padre sino que va por la positiva, difundiendo sus propuestas y sin confrontar con su adversario en la interna. Su estrategia ha rendido frutos, ya que redujo la distancia que tenia de su adversario hasta el punto en el que los encuestadores hablan de empate técnico y no se animan a dar un ganador.
En lo que refiere a sus propuestas, el sector al que pertenece acompaño la propuesta del otro hijo (del que hablare a continuación) de bajar la edad bajar de edad de imputabilidad de 18 a 16 años. Al comienzo de su campaña también causaron revuelo sus declaraciones cuando dijo que suspendería las búsquedas de restos de detenidos desaparecidos, luego admitió que se había equivocado y sostuvo que las apoyaría aunque sostiene que "hay dar vuelta la pagina" para avanzar como sociedad.
No voy a ponerme lacaniano, pero por alguna razón este candidato no usa su primer nombre sino que utiliza su segundo nombre y su apellido aparece en los afiches en un segundo plano, casi como si estuviera ocultando algo.
Su nombre completo es Juan Pedro Bordaberry, también porta un apellido con historia en la política del Uruguay. Es hijo de Juan María Bordaberry quien fuera elegido presidente en unas elecciones sospechadas de fraude y cerrara el congreso un 27 de junio de 1973 inaugurando de este modo 12 años de dictadura en Uruguay.
Pedro no habla de la carga que representa el ser hijo de alguien condenado por delitos de lesa humanidad. Cuando le preguntan sobre sus acciones durante la dictadura responde que tenia tenia 13 años cuando fue el golpe que era muy joven cuando aconteció. Cuando no le queda más remedio que opinar sobre la dictadura que inicio su padre intenta diluir las responsabilidades en el conjunto de la sociedad uruguaya, inclusive si para eso tiene que discrepar con gente de su propio partido.
Bordaberry es un político que mira para adelante no quiere seguir discutiendo responsabilidades y hechos de hace 50 o 40 años. Tan concentrado esta en el futuro que su principal propuesta, acompañada por otros partidos, es la de bajar de edad de imputabilidad de 18 a 16 años.
3) El hijo del Bebe
Nuestro ultimo hijo no tuvo un padre Presidente, de hecho paso parte de su infancia y adolescencia con su padre tras las rejas. Hablamos de Raúl Fernando Sendic, hijo del bebe Sendic uno de los fundadores del MLN - Tupamaros.
Sendic hijo es una de las apuestas de renovación generacional del Frente Amplio, una fuerza donde la avanzada edad de sus dirigentes es un problema, de cara al 2019. Sendic gano exposición publica a partir de su designación como presidente de ANCAP (la petrolera estatal) hasta que renuncio para dedicarse a la campaña.
En la actualidad se baraja el nombre de Sendic como posible candidato a vicepresidente en una formula encabezada por Tabare Vazquez.
Un país con élites
No deja de ser interesante que el relevo generacional de la dirigencia política del Uruguay se de entre aquellos cuyos padres ya tuvieron las máximas responsabilidades de conducir el país o de quien aspiro a conducirlo. Inclusive en los casos de Lacalle Pou y Bordaberry ellos ya pertenecen a familias que han dado más de un político de peso a su país.
Hace un tiempo @escriba publico en Infonews una nota de opinión sobre los festejos de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo en la que decía que "Quizás la mayor amargura de los sectores que se ubican a la derecha del Gobierno nacional, cumplido el Bicentenario de la Revolución de Mayo, sea no contar con una elite política confiable, previsible, mansa, segura". Uruguay tiene esa élite en los partidos tradicionales desde hace más de 150 años. Dentro de 5 años cuando compitan en la próxima elección presidencial Bordaberry, Lacalle Pou y Sendic la tendrá en todo el sistema político.
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