martes, 8 de septiembre de 2020

Lectura de cuarentena III: El Barón (no del conurbano) de Chicago

 

 

Una ciudad donde la corrupción policial es sistémica, en la que el criterio para obtener un empleo público no es la idoneidad sino la lealtad partidaria y la capacidad de obtener votos para el oficialismo, donde hay aprietes a los periodistas que publican notas contrarias al Intendente y donde este es electo (y reelecto) para dirigir la intendencia no una sino ¡5 veces! con porcentajes propios de una de las "democracias populares" de Europa del Este y donde la oposición derrotada declama "fraude", claro.

No, no hablamos de un municipio de algún conurbano de un país subdesarrollado sino de la ciudad de Chicago, la tercera ciudad más importante de los Estados Unidos en términos de población y lugar donde se juega buena parte de la prosperidad económica de sudamericana ya que es el lugar en el que se definen los precios de varias commodities entre ellas nuestra querida y conocida soja.

Pero esta entrada no esta dedicada a esa oleaginosa milagrosa sino sobre quien fuera alcalde y boss de la ciudad de los vientos durante 21 años consecutivos, Richard J. Daley y de la biografía que escribiera el periodista local Mike Royko. Una biografía de la que tome conocimiento cuando vi un capítulo de la serie de televisión Boss. La cual narraba la vida de un intendente cruel, manipulador y despótico que se enteraba que tenia una enfermedad terminal. Tuvo la desgracia de ser transmitida al mismo tiempo que House of Cards. Si les interesa escribí un post sobre esa serie hace como un siglo.

Es conocida la frase que dice que "la realidad supera la ficción" y en este caso no es la excepción. Boss (el libro) nos cuenta el ascenso de quien fuera un hijo de inmigrantes irlandeses establecidos en un barrio de la zona sur (la misma zona donde comenzó a militar Obama) de Chicago de clase obrera de mataderos y corrales, que asistiera a un colegio católico y a su club de barrio para luego convertirse en paradigma de lo que se conoce como "machine politics" (algo así como la maquinaria política o lo que se conoce como "el aparato") y fundador de una dinastía política que diera otro intendente, un jefe de gabinete presidencial y un legislador de la ciudad.

En paralelo a la carrera de Daley Royko nos cuenta como, en base a la unificación política de las distintas nacionalidades de los recién llegados a la ciudad por parte de un migrante checo, se creó tal vez una de las maquinarias políticas a nivel municipal más eficaces de occidente que es la del Partido Demócrata del condado de Cook, donde se encuentra Chicago. 

Tan exitosa es esa maquinaria que todos los intendentes de la ciudad desde 1931, año en que todos los migrantes se presentaron juntos detrás de una candidatura por primera vez, pertenecen al Partido Demócrata. Daley no invento el aparato, lo perfecciono y la centralizo en torno a su figura.

Royko explica en el libro como funcionaba la organización durante los años 50 y 60 con varios ejemplos: Un grupo de empresas de la construcción beneficiadas en las licitaciones que realiza la ciudad, que a su vez eran las mayores aportantes a los fondos partidarios. Con ese dinero los demócratas contaban con ventaja al momento de hacer campaña y se lanzaban a la calle. La lealtad partidaria se pagaba con un empleo público en el edificio de la alcaldía de la ciudad.

Por las dudas, para que nada quedara librado al azar, se recurría al fraude para que los republicanos no tuvieran ninguna chance en las elecciones municipales. Esta "herramienta" era considerada una especie de compensación ya que, según un testimonio en el libro, "los republicanos nos roban en las elecciones del Estado de Illinois así que equilibramos".

 

Con sospechas de fraude es como arranca la década del 60 para Daley, el momento en el que alcanza mayor proyección nacional, tanto positiva como negativa. Positiva porque tuvo un importante rol en la estrecha victoria de Kennedy frente a Nixon. Los votos que aporto Daley desde Chicago sirvieron para que los del partido del burro ganaran el estado de Illinois. Para mi sorpresa Royko desestima las denuncias de fraude en la elección nacional (luego las confirme en otro estudio). Si hubo fraude fue para garantizar la victoria de los candidatos demócratas en el estado y el condado.

Es negativa porque es la década en la que suceden dos fenómenos que afectarían la imagen de Daley a nivel nacional. El primero es el movimiento por la "libertad de Chicago" y el segundo es la convención demócrata del 68. El primero significo tener a Martin Luther King marchando por las calles de su ciudad reclamando la no discriminación racial para el acceso a la vivienda. El segundo fue cuando millones de familias vieron en televisión nacional como la policía de su ciudad reprimía ferozmente a manifesantes contra la guerra de Vietnam.

Hacinados en guetos, los afroamericanos eran manipulados y sometidos a todo tipo de presiones para que votaran por candidatos demócratas. Es en este contexto que surge el movimiento por la "libertad de Chicago". La respuesta de Daley a las marchas pacíficas sería en un principio la represión policial y la tolerancia frente a las agresiones de los vecinos blancos de los manifestantes que pasaban por sus casas. A medida que el movimiento tomaba fuerza el alcalde se sentaría en la mesa con Martin Luther King para firmar un acuerdo de buena voluntad, cosa que logro, desactivando de ese modo la protesta.

La convención Demócrata del 68 se suponía que iba a ser la fiesta donde se celebrarían sus logros como alcalde de la ciudad y lo tendrían a él en el centro de la escena designando al proxímo candidato a presidente. Sin embargo, los asesinatos del Dr King, Robert Kennedy, una guerra en un rincón alejado del planeta en la que cada vez iban (y morían) cada vez más soldados estadounidenses se interpuso en su camino. La convención fue el escenario de protestas y la fuerte respuesta represiva (la ciudad sola movilizo 12.000 policías) que fue transmitida en vivo a todo el país dejaron la imagen de un Estados Unidos partido y anárquico. Un país dividido por una guerra, pero también por tensiones raciales listo para apoyar al candidato que le garantizara "ley y orden". Si, el mismo eslogan que usa Trump en su campaña para su reelección.

 

                                          (Nixon 1968: La primer campaña de la ley y orden)

Daley abandonaría a su suerte al candidato a presidente demócrata y se concentraría en los candidatos locales promoviendo lo que podríamos llamar un corte de boleta avant la lettre. El caos de la convención no afectaría su imagen frente a los votantes ya que en 1971 Daley sería reelecto (para un cuarto mandato) con un 70% de los votos. El récord de 21 años como alcalde sería recién superado en 2011 cuando su hijo Richard M. Daley llego a los 22 años como jefe de la ciudad y declino presentarse a un séptimo mandato.

 

Boss es un libro que nos muestra como el clientelismo, la corrupción, las reelecciones indefinidas y el abuso de poder a nivel municipal también existen en las democracias más antiguas.

Epilogo: Este libro fue escrito en 1971, podríamos pensar que mucho ha cambiado en la ciudad de Chicago desde entonces y la maquinaria es cosa del pasado. A pesar de algunas reformas (desde 1999 los candidatos a intendente se presentan como independientes) continúan ganando los demócratas. Las acusaciones de nombrar empleados públicos en base a la lealtad partidaria se mantiene y es común que los concejales de la ciudad sean acusados y condenados por corrupción. Una investigación realizada por la Universidad de Illinois revelo que el 16% de los concejales de la ciudad fueron condenados por corrupción. Este estudio concluye que Chicago es la capital de la corrupción de los Estados Unidos.

Boss: Richard J. Daley of Chicago Mass Market Paperback, 1971, 215 páginas
Por Mike Royko.

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