domingo, 9 de marzo de 2014

Un referéndum bien serio y de verdad



El serio Pedro y el sonriente Sergio.


A diferencia de lo que ocurre en Argentina, donde el Articulo 39 de la Constitución sólo permite el mecanismo de iniciativa popular o referéndum para sancionar leyes, siempre y cuando estas no sean sobre reforma constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal. En el vecino Uruguay su carta magna permite el recurso de referéndum contra las leyes y ejercer el derecho de iniciativa ante el Poder Legislativo sin importar el tipo de ley.

De hecho, también a diferencia con Argentina donde no hay antecedentes de realización de plebiscitos a nivel nacional, realizar reférendums es algo muy común en la democracia uruguaya. Desde 1985 se han llevado a cabo consultas populares contra la ley de caducidad (dos), contra la privatización de las empresas del estado y a favor del voto de los uruguayos en el exterior, eso para nombrar algunos de los que me recuerdo en este momento.

Convocar al electorado para realizar este tipo de consultas tiene sus riesgos o beneficios según como se mire. El fracaso de los plebiscitos, en 1989 y 2009,  para anular la Ley de Caducidad constituye un obstáculo para quienes quieren llevar a los militares uruguayos por los crímenes de lesa humanidad cometidos y el éxito en el plebiscito para anular la Ley de Empresas Públicas permitió que hoy Uruguay sea uno de los pocos países de la región donde el teléfono, la luz y el agua entre otros servicios permanecen en manos del estado.

Este año se realizan elecciones para elegir quien sucederá al entrañable Pepe Mujica y en conjunto con estas se llevará a cabo una consulta popular para bajar de edad de imputabilidad.

Si bien no tengo forma de probarlo, puedo decir a modo de hipótesis que los acontecimientos en Argentina terminan influyendo decisiones o debates que toma el sistema político uruguayo. Es decir, 1) Para que no pase lo que pasa cruzando el charco debemos tomar tal o cual medida. o 2) Una iniciativa que se propone en Uruguay termina siendo cuestionada porque es la misma ley que se sanciono en Argentina y como no queremos ser como ellos, debemos rechazarla. Puedo mencionar como ejemplo de 1) lo que paso con los alzamientos carapintadas que terminaron influenciando en la Ley de Caducidad y como ejemplo de 2) el debate que se da sobre el proyecto de "Ley de Medios" de Uruguay, donde sus detractores agitan el fantasma de la "Ley de Medios" Argentina para criticarla.

Un poco a mi entender influenciado por un aumento concreto en la criminalidad, lo que acontece en Argentina y por varios casos de amplia difusión mediática, la inseguridad se ha instalado como la principal preocupación de los uruguayos e incorporada en la agenda de todos los partidos políticos. En ese sentido Pedro Bordaberry, precandidato a presidente por el conservador Partido Colorado e hijo del fallecido gobernante de facto Juan María Bordaberry, comenzó en 2011 con una campaña de recolección de firmas con el objetivo de bajar la edad de imputabilidad de los 18 a 16 años. Al año y medio de haber sido comenzada, consiguieron la cantidad de firmas necesarias para llevar adelante la consulta.

En esta campaña contó con el apoyo de su partido y de parte del Partido Nacional (o blanco) dos de los partidos tradicionales que gobernaron Uruguay hasta la llegada al poder del Frente Amplio en 2005. La reacción no se hizo esperar y en contra de esta propuesta se creo la Comisión Nacional No a la Baja, integrada por diferentes organizaciones sociales y partidos políticos. Distintas personalidades como TabareVazquez, el líder Blanco y precandidato a presidente Jorge Larrañaga o el nuevo arzobispo de Montevideo Daniel Sturla se manifestaron contrarios a la baja.

En los últimos meses, los impulsores de la iniciativa  de bajar la edad de imputabilidad se han mantenido al margen del debate. Por un lado ya consiguieron su objetivo de instalar el tema en y conseguir la firmas, por el otro se enfocan más en el comienzo de sus campañas presidenciales y en tratar de limitar sus discursos securitistas. En cambio, los detractores del proyecto han estado bastante activos en los últimos meses llevando a cabo pintadas en la calle y actividades en el espacio publico. La tienen difícil, las encuestas de opinión  muestra una clara mayoría a favor de la baja.

Recientemente una nota en el Observador menciono que Bordaberry tenia como referentes políticos a Mauricio Macri, Sebastian Piñera y Sergio Massa. Es curioso porque parecería que este ultimo se inspiro en este dirigente uruguayo para instalar la idea de hacer una consulta popular sobre temas vinculados con la inseguridad y de ese modo lograr una amplia difusión mediática.




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